martes, 16 de septiembre de 2025

¿Estrés de septiembre o minita que necesita un exorcismo?

Me sentía mejor estos días, pero finalmente, no. Tuve momentos de mejorías transitorias y hoy lunes, mí primer día de vacaciones, nuevamente empecé con mucho mucho dolor en la zona donde tengo el brote. Pero dolor, mal. Un ardor, que mamita. Algo súper intenso para ser forúnculosis, inclusive. 

Hice una consulta con la prepaga, que no me resolvió demasiado. Y le dije a mí mamá que no sabía por qué un brote me dolía tanto, si otros, habían mejorado muchísimo más rápido. 

Empecé a preocuparme, la verdad. 

Así que le pregunté a mí hermana mayor si me recomendaba ir a una guardia dermatológica, si me convenía seguir con el tratamiento por la forúnculosis o qué mierda, porque en la consulta con la prepaga me mandaron al dermatólogo de guardia, pero en mí Swiss Medical Center más cercano, no había.  

Mí hermana me pidió detalles del asunto. Fotos, síntomas, todo y me comentó que eso que tenia yo aparentemente en su inicio podia ser compatible con una forunculosis pero que no lo era. Las lesiones eran compatibles con herpes. 

Dicen que el herpes, o la culebrilla, es una reactivacion del virus de la varicela en el cuerpo. Puede ocurrir o no, principalmente por estres. ¿Qué decir? Muy justo, todo. Yo tuve varicela dentro de los seis meses que pasé en la panza de mi mama. Y ahora, resulta que esto se relaciona con eso otro, de lo cual ni siquiera me acuerdo. 

Me puse una pomada, mientras, y sí sentí un cambio, un alivio distinto, desapareció esa puntada rara, que no me cerraba. Un rato después mi mamá me rezo una oración, que se le reza a la gente con culebrilla, y dicen que cura. Y yo, con el dolor que tenía, acepté todos los métodos. 

Así que acá estoy. Esperando que por tierra o por cielo, se me pase todo pronto. 

Hace una semana y pico que estoy con dolores. Ya es cansador, pero además, extraño tener salud. Sentirme bien. Plena. Cómoda. Disfrutar cosas.

Lo bueno es que estoy de vacaciones y aunque me jodieron con cosas de la oficina (porque el trabajo de uno no vale hasta que te tomas unos días) pude tomarme el día para descansar.  Es que sea forúnculosis o sea herpes, en ambos casos, son afecciones que se asocian con el estrés, con los quilombos. Así que frenar unos días llega en el mejor mmomento... 

En paralelo, Javier me escribió el finde. Para ver cómo andaba. Me contó que se había ido de viaje con los amigos este finde, que la pasó bien, que recién llegaba, que estuvo comiendo desde el viernes, que le tocó dormir en el hotel con los amigos y que no estaba del todo cómodo. Ese tipo de cosas.  Charlamos bien, como gente normal. Y eso es un buen punto.  

Yo le conté que habia estado con mis sobrinos, cocinando para el cumple de uno de ellos, en la plaza, comiendo, haciendo pijama party. Y también, muy dolorida.  Me hizo veinte preguntas sobre eso, nos hicimos algunas bromas y todo bien.  Para ser el mismo tipo que a veces mataría, estuvo bien, cordial.

De todos modos, nadie le pidió información sobre su vida. Digo, me parece bien que disfrute, pero trato de saber lo menos posible de su dia a dia porque tenerlo cotidianamente presente me lleva a otras cosas. Empiezo a pensar, a replantearme, empiezo a sentir deseos de hacer cualquiera, y cuanta menos información tengo, es menor también el impulso suicida. Tener sexo consigo de vez en cuando, no es lo mismo que compartir otras cosas para mí y mantengo esa caja muy separada del cuerpo. 

Javier siempre me dice que tiene que mantener distancia de mi porque si no se confunde. Jamás va a saber que yo también necesito mantener ciertas distancias para poder tener una postura tan clara, inamovible, definida. Si fuera por Javier, no se si nuestros encuentros sexuales serian tan claros. Pero en mi caso, yo no tengo espacio para confundirme ni un segundo, porque no sé qué me pasaría con eso y prefiero no indagar. 

Javier es la persona con la que mas veces tuve sexo hasta ahora, sin ser absolutamente nada o sin que una relación afectiva me una. Sí. Me unía antes, claro, yo lo amaba como jamás amé, pero tener sexo consigo es otra cosa. Puede parecer raro, pero para mi el Javier que él era antes conmigo ya no existe. Ahora está este, más declarado, intenso, sexual, que siento que se guarda muchas cosas. Al punto de haberle preguntado si tenía sentido alguno hacer semejante lio por tener sexo, si eso se lo daba cualquiera.  "Pero yo no lo quiero de cualquiera, yo te lo estoy pidiendo a vos. No me hagas hablar, dale", fue su respuesta.  

De ahi, de eso, de aquel amor lejos, pasaron ya 11 años. Fue otra vida, creo muchas veces. Yo era otra. Y de ahí la diferencia. 

Tengo presente que lo que nosotros hacemos, de vez en cuando, es simplemente darle espacio físico a una historia que de otra manera no es posible.   Y que Javier por mucho que diga que esto o lo otro, no tiene el valor de cambiar nada, y yo no pienso discutirlo. 

Por eso, de mi lado, no habilito nada de info.  A él tampoco es que le re interesa. Eso lo tengo claro.  El amor es algo muy muy distinto a la calentura. Lo único que ambos tienen en común es el sexo, el cuerpo. 

Y hoy en dia, mi cuerpo está en otro ámbito. Disputando otras enseñanzas. Qué va a hacer.

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