miércoles, 10 de septiembre de 2025

Algo ordenado

 - ¿Crees que por algo no respondiste nada cuando Javier te dijo esa frase?- me preguntó mi terapeuta. 

- Realmente no me salio decirle nada. Me impactó, sí. Comprendí que con Javier todo este tiempo, cada encuentro, cada cosa que pasó, fue parte de dos películas distintas.  Javier me dice esto como si yo tuviera que responder. Darle una visión, qué se yo... 

- Si. 

- Pero ¿responder qué, si nosotros siempre tuvimos sexo y listo? ¿Te das cuenta? No es sexual, lo que dijo. 

- No, claro que no lo es. 

Me quedé en silencio. 

- Por eso no me salió nada para decir. Yo no quiero llevar para ese lado la charla. Él siempre tiene un pero para mi. Antes era que tenia 19 años, hace años cuando me confesó todo no podia conmigo porque tiene una pareja; ahora que sigue buscándome aun pase lo que sea, es que no la quiere lastimar, entonces, no la deja. 

Me encogí de hombros. 

- Imagínate si llego a llevar para el lado que él está llevando la charla, y le doy una opinión... Ni loca.  Después, la culpa de su separación, va a ser mía.  Asi como es la culpa de que no me puede poner los límites, como me dice siempre. La culpa de que lo puedo, o la culpa de que le gusta acostarse conmigo... ¿Y qué culpa tengo yo, si lucho contra lo mismo? 

- Como si el no pudiera limitarse a si mismo, ademas, y los límites deberían caer siempre sobre vos... 

- Si. El tema es que no es el límite. Es que siempre parece que tengo la culpa. Falta que si se separa me diga "me separé por tu culpa, porque me gustas demasiado y me echaste la vida a perder". 

- Que no te extrañe que te diga algo asi... - dijo ella. 

- No quiero dar lugar a esa charla. Si se le canta separarse, esa es una decisión que él debe tomar, sin garantías. Y hacerse cargo. No hacerme cargo a mi de la decisión que capaz desea tomar y no se anima. Porque es lo mismo que hace con ella. De ella, parece que no se puede separar por las consecuencias. De mi, no se puede distanciar, porque no me puede poner los límites. 

- Separarse, no solo es tomar una decisión. Es poner un límite a una relación. Es Javier quien no se limita a si mismo y hace cargo a los demas de eso. 

- Sí. De pasarte el vuelto, me di cuenta al toque. Por eso, silencio.  No voy a llevar para ese lado la charla. Yo cuando tuve que hablar, hablé. Él me dijo que solo me podía dar sexo, bueno, que si tanto le pesa todo deje de hacerlo y si no, que limite. Me hablaba de confusión el otro día, de alejarse por confundirse. Mira si yo le decia: "¿de que estemos hablando en realidad? Le dá un infarto. 

 - ¿Y si se diera esa charla? Si Javier plantea algo que lleve a tener esa conversación... 

- Huyo.  Esa charla es mi limite. Bajo ningún concepto la podemos tener. Yo ya hablé con el hace años. Sabe que soy la misma mina que de chica lo amaba. Lo sabe. Que nos hayamos hecho los giles para coger, y que nadie toque eñ tema, es una cosa. Pero hablar en términos de me separo,  no lo hago, es otra cosa. 

Ella se quedó en silencio. 

- ¿Por que no la podrían tener? 

- Esa charla me destrozaría la vida que armé. Cuando Javier se corrió, a mi me mató eso emocionalmente. Me prometí hace muchos años que yo iba a armar una vida de nuevo. Y me costó mucho hacerlo... No tengo ganas de que todo ese esfuerzo se arruine. 

Asintió.  

- Cuando Javier hace tres años me confesó todo y me dijo qué se yo cuantas cosas, que había pensado en mi dursnte todos estos años, que me deseaba, yo lo noté muy desbordado y le dije que yo no me iba a desbordar nunca mas por estas cosas. 

Suspiré. 

- Y enseguida me dijo que si él solo iba a desbordarse, y que como yo no...  Claro que me moría en ese momento, y claro que me dolió, me impactó lo del sabado, pero yo no le puedo decir nada de otro estilo porque si yo llego a tener una charla de ese estilo, a mi se me daría vuelta todo.  Y lo sé, porque me conozco. Y no quiero. 

La miré y le dije: 

- Sé que suena horrible, pero cuando tenemos sexo con Javier a veces siento que es la manera donde decis bueno, esta es la forma en la que podemos vivir la historia.  Listo. No nos pongamos a conversar de nada,  dejemos todo así. Siempre va a tener un pero pada mí. Es obvio.  Prefiero sea algo físico únicamente. Yo asi lo tengo ordenado. 

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